Período anterior a 1492:
Pictografías
haladas en la cueva de Punta del Este, Isla de la Juventud, sugieren que los
aborígenes cubanos se habían percatado de la ciclicidad de algunos fenómenos
astronómicos y tenían idea del Mes lunar.
El
30 de octubre de 1492, fecha del
Calendario Juliano, Cristóbal Colón realiza la primera observación astronómica
registrada en Cuba. Determina con error la latitud del Puerto Mares, en Gibara.
Entre
el 4 y el 15 de octubre de 1583 se
implantación en Cuba el actual Calendario Gregoriano.
1693:
El médico y matemático español residente en La Habana Lázaro de Flores, edita
en Madrid “Arte de Navegar”, probablemente el primer libro científico escrito
en Cuba. En éste se calcula la longitud de La Habana con un 1° de error.
1714-1725:
Antonio Gamboa y Vargas Riaño (1673-1729), primer astrónomo cubano, utiliza un
método de Galileo para determinar las longitudes de Sancti Spíritus y La
Habana, y realiza diversas observaciones astronómicas publicadas en 1727: por el astrónomo francés Cassini,
en las Memorias de la Real Academia de París.
1794-1795:
Antonio Robredo presenta en la Sociedad Económica de Amigos del País dos escritos
con cálculos sobre las lunaciones.
1797:
El cubano Manuel Calves González defiende de manera pública y por primera vez
en Cuba las ideas de Copérnico, al discutir la tesis de grado en Bachiller.
El
19 de diciembre 1800 al 15 de marzo
de 1801 Alejandro de Humboldt
instala el observatorio astronómico en la residencia del conde O`Reilly y
escribe la “Exposición históricas de las tentativas hechas para determinar la
posición geográfica de La Habana”. Humboldt define la longitud de la capital,
equivocada hasta entonces en un grado.
1814-1818:
El padre Félix Varela introduce la enseñanza de la Física Moderna y la
Astronomía, en particular las leyes de Newton. En el gabinete de física dispone
de un sistema planetario movible.
1827:
La publicación del “Ensayo Político de la Isla de Cuba” por el Barón Alejandro
de Humboldt sirve de partida a un auge científico que incluye la Astronomía.
1842:
Se edita el “Tratado Práctico de Astronomía Náutica y Pilotaje” por Ramón
Bages.
1851:
Se publica en Cuba un “Tratado Elemental de Relojes Solares”; con principios de
Geometría y Astronomía, escrita por el español José Hernández Jiménez.
1857:
Se funda por los jesuitas el Observatorio del Colegio de Belén, dedicado
principalmente a la Meteorología, aunque en él se realizan también
observaciones astronómicas, en particular desde que el padre Benito Viñes asume
la dirección
1870:
El observatorio disponía de un telescopio refractor con objetivo de 15 cm. de
diámetro.
1866:
En los anales de la Academia de Ciencias Médicas, Físicas y Naturales de La
Habana aparece un artículo escrito por Marcos I. Melero, sobre “Relojes
Astronómicos”.
1877-1895:
Se divulgan artículos astronómicos en publicaciones como “La Revista de Cuba”.
1878-1882:
El Padre Benito Viñes realiza en el Observatorio de Belén observaciones del
eclipse de Sol visible como total en la tarde del 29 de julio de 1878 en la
mitad occidental de nuestro territorio. También observa el tránsito de Venus
del 6 de diciembre de 1882.
1908:
Se funda el Observatorio Nacional en las alturas de Casablanca adscrito a la
Secretaría de Agricultura, también con un marcado carácter meteorológico.
Entre
abril y mayo de 1910 con motivo del
notable paso de ese año del Cometa Halley y los pronósticos de que la Tierra
cruzaría por la cola del mismo, la divulgación de este fenómeno astronómico
adquiere una enorme trascendencia pública. Tiene gran participación en estas
actividades el padre Jesuita Gutiérrez Lanza.
1911:
Luis I. Carballo publica un ensayo en el boletín de la Sociedad Astronómica de
Francia.
1914:
Se funda la Sociedad Geográfica de Cuba, cuya sección de Astronomía y Geografía
Matemática publica en los años 30 dos folletos sobre Copérnico y Newton.
El
19 de noviembre de 1917 el Ing. José
Carlos Millás, quien después sería director del Observatorio Nacional (1922),
explica en la Academia de Ciencias Médicas, Físicas y Naturales de La Habana el
método general de Laplace para órbitas y presenta sus cálculos del cometa
Schaumasse.
El
16 de mayo de 1921 se inaugura en la
loma de Casablanca el edificio de Astronomía del Observatorio Nacional y un
telescopio refractor ecuatorial con objetivo de 25 cm. de diámetro.
El
19 de julio de 1925 se implanta en
Cuba como hora oficial, la del meridiano 75° Oeste de Greenwich.
El
19 de diciembre de 1930 visita la
Habana en una escala del viaje a California el físico Albert Einsten, uno de
los hombres de ciencias más notables que han existido. Aunque no fue
propiamente un astrónomo, las teorías han influido decisivamente en el
desarrollo de la Astronomía.
1942:
El Observatorio Nacional es adscrito a la Marina de Guerra y la actividad
principal continúa siendo el Servicio Meteorológico. En la sección de
Astronomía, con escaso personal, sólo se atienden los cálculos astronómicos
fundamentales, las informaciones al público sobre eclipses, cometas y otros
fenómenos importantes y se toman placas fotográficas de campos estelares y de
cometas, dirigiendo estas actividades el astrónomo Boris Jaskovich. También se
atiende a los aficionados.
El
6 de marzo de 1948 se edita la
Revista “Sky and Telescope”.
En
abril de 1948 los aficionados
cubanos Roberto Ortiz padre e hijo, realizan la primera observación
post-perihelio en el mundo del Cometa Bester (1947 k) según la revista “Sky and
Telescope”.
En
agosto de 1955 se instala en Arroyo
Naranjo un telescopio reflector con espejo de 60 cm. del que era propietario el
oftalmólogo y aficionado Dr. Miguel Mery. En aquel momento fue reconocido, por
una publicación especializada como el mayor telescopio de América Latina en
poder de un aficionado.
Entre
el 4 julio y el 7 de julio de 1956
visita a La Habana formando parte de una delegación de astrónomos
norteamericanos profesionales y aficionados, el Dr. Harlow Shapley, uno de los
científicos más notables del pasado siglo en esta ciencia. Como parte de esta
visita pronunció una conferencia en el antiguo Observatorio Nacional.
1957:
Se funda la Sociedad Astronómica de Cuba con participación de profesionales y
aficionados, pero tuvo corta vida, pues se disolvió en 1960. Se publicaron 5
números de la revista divulgativa de dicha sociedad.
1962:
Comienzan a ampliarse los servicios de cálculo astronómico en el Observatorio
Nacional de la Marina de Guerra Revolucionaria, y dos años después se inicia la
publicación de los datos sobre salidas y puestas del Sol y de la Luna y las
horas de las mareas en el anuario “Suplemento al Almanaque Náutico”,
descontinuado en 1969.
En
febrero de 1962 se constituye la
Comisión Nacional de la Academia de Ciencias de Cuba y como parte de ella un
Grupo de Trabajo de Meteorología y Astronomía; pero las actividades
astronómicas concretas no comenzaron el 1964.
En
marzo de 1964 se inicia la
colaboración con la Academia de Ciencias de la URSS para el desarrollo de la
Astronomía. Llega a Cuba un especialista del Consejo Astronómico de este país e
imparte un curso para formar los técnicos cubanos que integraron la primera
estación de Rastreo Visual de Satélites Artificiales. En los primeros días de
abril comienzan las observaciones regulares y el envío inmediato al centro
Cosmos de Moscú.
El
24 de agosto de 1965 la sección de
Astronomía del Observatorio Nacional es incorporada a la Academia de Ciencias y
se constituyen como entidades independientes el Instituto de Meteorología, en
Casablanca, y el Grupo de Astronomía, radicado este último en el Capitolio. El
grupo adquirió categoría de Departamento al año siguiente.
1966:
Visita a Cuba el Dr. Lazlo Detre, director del Observatorio de Konkoly, Hungría
y se traslada la estación de Rastreo de Satélites para el Cacahual y se instala
otra en el Salado, Santiago de Cuba. Se inicia el Programa de colaboración
internacional Intercosmos, con la participación de Cuba.
1967:
Visita a La Habana el Dr. Vladimir Krat, director del Observatorio de Púlkovo
en Leningrado, URSS, a fin de establecer colaboración para el desarrollo de la
Física Solar en Cuba.
El
5 de diciembre de 1967 se Traslada
el Departamento de Astronomía para una casa del Reparto Siboney, del Municipio
Playa.
1969:
Cuba ingresa en la Unión Astronómica Internacional.
El
11 de septiembre de 1969 se inicia
la Radioastronomía cubana y la colaboración con la URSS en Física Solar al
efectuarse la observación de un eclipse parcial de Sol por medio del primer
radiotelescopio de Cuba, instalado por radioastrónomos del Observatorio
principal de Púlkovo, Leningrado. Se publicó un trabajo conjunto con técnicos
cubanos.
El
6 de marzo de 1970 se inaugura
oficialmente el Instituto de Astronomía de la ACC bajo la dirección del Ing.
Luis Lagarroiti, con sede en el Reparto Siboney. Al día siguiente una
expedición integrada por 17 especialistas soviéticos y dirigida por el profesor
Mijail Kobrin, coordinador de la Colaboración con Cuba por el consejo
Radioastronómico de la URSS, observa desde ese lugar mediante 5
radiotelescopios y el telescopio óptico, un gran eclipse parcial de Sol.
Participan en esta investigación profesionales y técnicos cubanos.
1970:
El Ing. Luis Larragoitti asiste, por primera vez representando a Cuba, a la XIV
Asamblea General de la Unión Astronómica Internacional, celebrada en Londres.
1972:
Se inicia la colaboración con el Observatorio Astrofísico de Crimea, URSS,
instalándose en el Instituto un radiotelescopio solar para la longitud de onda
de 1,37m.
El
3 de marzo de 1972 comienzan las
observaciones fotográficas de las manchas solares con la colaboración del
Observatorio de Púlkovo, dando inicio al desarrollo de la Astronomía Óptica.
1973:
Visita a Ciudad de La Habana el relativista polaco Plevanski, quien en la
juventud fuera ayudante de Albert Einstein, en Princenton. Plevanski pronunció
una conferencia organizada por el IGA.
El
24 de diciembre 1973 una segunda
expedición integrada por 15 radioastrónomos soviéticos y dirigida por M. Kobrin
observa desde Santiago de Cuba el eclipse parcial de Sol de ese día.
Simultáneamente, astrónomos cubanos realizan en La Habana una actividad
similar.
El
14 de enero de 1974 se fusionan los
entonces Institutos de Geofísica e Instituto de Astronomía de la ACC para crear
el actual Instituto de Geofísica y Astronomía, radicado en el Reparto. La
Coronela.
1977:
Especialistas del Observatorio de Púlkovo, URSS, instalan en el Cacahual un
telescopio solar horizontal con un espectrógrafo acoplado.
En
junio de 1977 entra en operación un
radar láser “Kriptón” de primera generación en la Estación de Rastreo de
Santiago de Cuba, con la colaboración del Consejo Astronómico de la URSS y del
programa INTERCOSMOS.
1979:
Se establece la colaboración con el Instituto de Investigaciones Científicas
Radiofísicas de Gorka, URSS, y para ello se instala un radiotelescopio para
longitudes de onda de 3 cm.
1979:
Se inicia la introducción de la Astronomía General en la Enseñanza Media
Superior y Superior, adaptándose el primer libro de texto y las orientaciones
metodológicas, por investigadores del IGA. También se prepararon los programas
para los diferentes niveles, En la actualidad solo se imparten nociones de
Astrofísica en los institutos Superiores Pedagógicos en la especialidad de
Física.
1982:
Comienza la publicación anual de la revista “Datos Astronómicos para Cuba”.
El
14 de diciembre de 1985 comienzan
las observaciones de rastreo de satélites con un radar láser de segunda
generación en la Estación de Santiago de Cuba.
En
los meses de enero a abril de 1986 las
observaciones del cometa Halley realizadas en colaboración con especialistas
soviéticos del Observatorio de Púlkovo, en Leningrado, y su posterior
elaboración astrométrica y Astrofísica, constituye la primera investigación de
su tipo en Cuba.
El
15 de mayo de 1987 se constituye
oficialmente el Comité Nacional Cubano de la Unión Astronómica Internacional.
El Comité se reúne por segunda y última vez en 1989 en Holguín.
En
agosto de 1988 asiste Cuba a la XX
Asamblea General de UAI, efectuada en Baltimore; en dicho evento se aprueba el
ingreso de un cubano como miembro individual de la organización. En la XXI
Asamblea, celebrada tres años después en la ciudad de Buenos Aires, fueron
admitidos otros 5 investigadores del IGA como miembros individuales.
En
agosto de 1989 se celebra en el
Instituto Superior pedagógico de la Ciudad de Holguín y con el auspicio de
dicho centro docente y del IGA, la XVI Escuela Internacional de Jóvenes
Astrónomos IAU- UNESCO, en la que participaron 10 profesores y 50 alumnos de 11
países.
En
abril de 1997 se efectúa en el
Palacio Central de Pioneros “Ernesto Che Guevara”el Primer Encuentro Nacional
de Aficionados a la Astronomía organizado por el IGA, con más de 50
participantes. Esta actividad revitalizó el movimiento de aficionados en Cuba.
En el año 2000 se celebró en Santiago de Cuba el Segundo Encuentro. Con
posterioridad los propios aficionados han celebrado encuentros en Sancti
Spíritus, Santa Clara y Caibarién.
2000:
En la Asamblea de la UAI, en Manchester, Cuba es readmitida como Miembro
Interino.
2003:
En el marco de la Primera Convención de Ciencias de la Tierra se efectúa el
Primer Simposio de Astronomía y Geofísica Espacial con participantes de cinco
países.
El
15 de enero del 2003 el Consejo de
Estado de la República de Cuba otorga la orden Carlos J. Finlay a un
investigador del Dpto. de Astronomía y a la directora del IGA. Con
posterioridad se le otorga a otros dos investigadores del IGA, de los Dptos. de
Geofísica Espacial y Estudios Geoambientales.
En
enero del 2005 visita Cuba y en
particular al IGA, una delegación de la UAI, integrantes de la Comisión para el
Desarrollo de la Astronomía a fin de rendir un informe sobre esa ciencia en
Cuba.
2005:
Se ofrece por televisión y dentro del programa “Universidad para Todos”, un
curso de Elementos de Astronomía con 30 clases de una hora, impartida por
investigadores del Dpto. de Astronomía. El curso se repitió en el 2007.
1999 – 2008:
Premios Nacionales de la Academia de Ciencias de Cuba. Tres investigadores del
Dpto. reciben en 1999 el Premio Academia (ACC) y otros cuatro son galardonados
en el 2008 con idéntico premio, en ambos casos por los trabajos de Física Solar
publicados en revistas de gran prestigio internacional.
2002:
Varios miembros del Dpto. son coautores del premio ACC sobre el Paleoclima
Cubano.
LA INFLUENCIA DE LA ASTRONOMÍA SOBRE EL DESARROLLO
TECNOLÓGICO:
La
astronomía surge con el objetivo de la búsqueda de un conocimiento, cada vez
mejor, de cómo es el Universo. Es parte del instinto humano el acumular
información sobre la naturaleza, y esta acumulación de conocimientos nos ha
permitido aprovechar los recursos de nuestro medio ambiente. Pero aun cuando no
veamos en ello una utilidad obvia, la curiosidad persiste y nos lleva a
estudiar temas que no tienen una relación directa con nuestras necesidades para
vivir mejor. La experiencia demuestra que los conocimientos científicos
aparentemente más alejados de lo cotidiano pueden, después de un cierto tiempo,
cambiar a fondo precisamente a lo cotidiano. Existen muchos ejemplos de esta
influencia de la ciencia, en nuestro caso de la astronomía, sobre el desarrollo
tecnológico. La civilización griega tuvo gran interés en hacer mapas del cielo,
en catalogar a las estrellas y a las constelaciones. Quizá comenzaron a hacerlo
principalmente por curiosidad pero pronto quedó claro que el conocer el cielo
era crucial para una actividad importantísima: la navegación. De hecho, existe
evidencia de que ya los polinesios viajaban de isla en isla guiándose por el
Sol y las estrellas. Las grandes expediciones que caracterizaron al pasado no
hubieran sido posibles sin un buen conocimiento del cielo. Un buen navegante
podía establecer la posición de su buque en el mar aun en condiciones de cielo
parcialmente nublado. A través de los huecos entre las nubes buscaban alguna
estrella, la cual reconocían por su color y brillo y a partir de su posición en
el cielo podían estimar sus coordenadas. Aun en nuestros tiempos, una buena
parte del comercio internacional se realiza por mar y hasta principios de
nuestro siglo XX la navegación dependió del conocimiento del cielo. Por
supuesto, en la actualidad la determinación de la posición de una nave se hace
con técnicas muy sofisticadas, en ocasiones valiéndose de los satélites que se
han puesto en órbita para ayudar a la navegación y procesando las señales
recibidas mediante una computadora. Ya que hablamos de satélites artificiales,
tan importantes en la tecnología contemporánea, es necesario recordar que los
fundamentos teóricos de su movimiento provienen de la astronomía. El prodigioso
científico británico Isaac Newton desarrolló las ecuaciones que gobiernan el
movimiento de los satélites artificiales en su interés por comprender los
movimientos de nuestro satélite natural, la Luna. Seguramente no se imaginó
Newton la importancia que los satélites tendrían en nuestra vida. Ahora las
transmisiones de televisión, la comunicación telefónica entre continentes, el
apoyo a la navegación marítima y aérea y otras actividades, se realizan
utilizando satélites. También existen satélites que continuamente observan la
Tierra para informarnos sobre nuestra situación meteorológica, geológica, e
inclusive agrícola. Y todo esto se inició porque Newton quiso entender por qué
la Luna orbitaba alrededor de la Tierra.
>Tomado de: Astronomía - Ecured